lunes, 20 de febrero de 2012

Depresión en adolescentes.

Uno de los problemas más comunes que se presentan durante la adolescencia, es la depresión.
Esta puede ser ocasionada por una gran variedad de causas, pero todas se relacionan con la etapa de maduración que viven los jóvenes.
Es decir, pueden ser ocasionada lo mismo por sentirse incomprendido, poco atractivo o ser poco popular, hasta los conflictos con padres y maestros, el rompimiento con la pareja, el fracaso en la escuela o considerar que no cuenta con la atención y el apoyo familiar.
En México se estima que uno de cada 10 adolescentes ha presentado por lo menos un cuadro depresivo en su vida.
A menudo es difícil diagnosticar la depresión en adolescentes, debido a que su comportamiento en muchas ocasiones es variable, con períodos alternos de optimismo y pesimismo. Sin embargo una vez detectada se puede iniciar un tratamiento analizando problemas como la situación y relaciones familiares, trastornos del afecto, violencia doméstica, problemas entre los padres, maltrato infantil tanto físico como emocional o sexual y si existen antecedentes familiares de depresión entre otros.
Es importante detectar a tiempo este tipo de problemas, pues la depresión constante, el rendimiento académico inestable, las relaciones caóticas con familiares y amigos, el abuso de substancias y comportamientos nocivos, pueden convertirse en un episodio depresivo serio.
Por ello los psicólogos recomiendan detectar cualquier síntoma que pueda indicar un problema de depresión, entre ellos:
* Irritabilidad
* Apatía, pérdida del interés en las actividades diarias
* Incapacidad de disfrutar de actividades que solían ser placenteras
* Cambios en el apetito, pérdida o aumento del mismo
* Insomnio
* Somnolencia diurna
* Fatiga
* Dificultades para concentrarse y tomar decisiones
* Episodios de pérdida de la memoria
* Baja autoestima
* Sentimientos de culpabilidad
* Actitudes desafiantes ante padres o maestros
* Pensamientos obsesivos sobre la muerte
* Planes o intentos de suicidio
Si estos síntomas duran más de dos semanas, generan una perturbación significativa o problemas en el desempeño diario, lo más recomendable es buscar el apoyo de un psicólogo.
por: TEACHER BONILLA

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