El equipo observó también que las píldoras de éxtasis contienen otras drogas.
El Dr. Thomas Newton, profesor del Baylor College of Medicine confirma que no se sabe que pasa pasa cuando se mezclan las drogas.
Para el estudio, 56 consumidores de éxtasis desde hacía por lo menos cinco años aceptaron invitar al equipo a fiestas privadas donde consumían la droga.
El equipo obtuvo muestras de las píldoras y determinó en los participantes el nivel de MDMA (3,4-metilendioximetanfetamina) en sangre cada hora durante cinco horas después de tomar la droga.
En algunos, el nivel de MDMA alcanzó niveles que causan lesiones o muerte. Sólo la mitad de las píldoras contenía 3,4-metilendioximetanfetamina,  exclusivamente. El resto también incluía otras sustancias químicas asociadas con 3,4-metilendioximetanfetamina. Algunas píldoras directamente no incluían MDMA (3,4-metilendioximetanfetamina).
Esto revela una preocupación de salud pública porque están circulando píldoras con más de 200 mg de MDMA (3,4-metilendioximetanfetamina)
La mayoría de los consumidores ingirió más de una píldora y algunos tomaron hasta cinco, tomar varias píldoras aumenta la concentración de la droga en sangre, lo que es peligroso, comenta el Dr. Rod Irvine, autor principal del estudio.
Es que las concentraciones de MDMA (3,4-metilendioximetanfetamina) en sangre de los participantes no dejaron de subir durante las cinco horas en las que se obtuvieron las muestras.
Esto es sorprendente comenta el Dr. Irvine, profesor de University of Adelaide, los niveles más altos son muy cercanos a los que lograron dañar las células cerebrales en modelos animales.
El Dr. Irvine comenta que la mayoría de los participantes siguió consumiendo éxtasis durante la noche, aun cuando las concentraciones en sangre de la píldora inicial habían llegado al nivel máximo.
Para los autores, los usuarios desarrollaran tolerancia a la droga mientras la usan y esto les reducirá la sensación de toxicidad aunque los niveles en sangre siguen aumentando.
Informa  National Institute on Drug Abuse, de Estados Unidos, que el éxtasis interfiere con la frecuencia cardíaca y la regulación de la temperatura, y daña el cerebro. 7  de cada 100 alumnos de último grado de preparatoria admiten haberlo probado.
El Dr. Irvine comentó que reunir datos en estas fiestas es una forma muy útil para comprender a qué se expone realmente la gente. En 14 participantes, la cantidad de MDMA (3,4-metilendioximetanfetamina) en sangre alcanzó niveles que nunca se habían estudiado en el laboratorio con seres humanos.
POR: TEACHER BONILLA