domingo, 18 de marzo de 2012

Bello consejo para ser feliz!

 
En una ocasión pregunté a un grupo de adolescentes de segundo año de secundaria en una clase:

- ¿Qué es para ti la felicidad?.

No obtuve una respuesta inmediata. Pasaron unos segundos y uno de ellos me contestó en forma simple:
- Hacer lo que se quiera sin rendir cuentas a nadie ni tener problemas de conciencia.

Al momento se animó el resto de los alumnos y empezaron a contestar:


Luego les pregunté:
- Ganar y gastar todo el dinero que se quiera, divertirse en todo momento, salir los fines de semana sin ningún tipo de control, no tener la obligación de ir a la escuela, no tener que obedecer a los padres…

- ¿Qué es lo que hace feliz a una persona humana?.

Con ironía me contestaron que era la misma pregunta que la anterior y que ya me habían respondido. Les seguí el juego irónico y les dije que si me habían contestado eso no eran personas humanas, sino simplemente seres vivos que se mueven por instinto.
Se quedaron un poco perplejos y uno de ellos me contestó que ellos “tenían inteligencia y por lo tanto no son simples seres vivos”. Todos acataron la respuesta del compañero reafirmándose en su postura.
La incertidumbre  fue absoluta cuando les dije que en el fondo sabía que eran personas humanas, pero no por las contestaciones que me dieron, sino porque estuvieron pensando en la respuesta durante bastantes segundos y se atrevieron a dar esas contestaciones después de haberse lanzado el primero de ellos.
Explicándoles en qué podía consistir la felicidad, todos llegamos a la conclusión de que era algo que no existía. Todo el mundo tiene obligaciones, preocupaciones, inquietudes, ansiedades, miedos, etc. Forma parte de nuestra naturaleza como personas. Alguien que no tenga ningún tipo de preocupación o responsabilidad posiblemente no es feliz por el mero hecho de no tener preocupaciones.
En la vida humana el hombre no debe tener como objetivo alcanzar la felicidad sino aprender a ser feliz ya que la felicidad es un concepto muy difícil de materializar en la condición de una persona humana. El primer paso es conocerse a sí mismo y reconocer que es un ser social por naturaleza.



Hay muchos caminos para aprender a ser feliz, pero estoy seguro que el camino equivocado es el del aislamiento y la soledad. La persona humana necesita a los demás para comportarse como tal.
Después de esta explicación un alumno muy inteligentemente consideró que hay personas con más facilidad para aprender a ser feliz que otras porque tienen una vida más fácil y con menos problemas. Le dije que me pusiera ejemplos de personas que lo tienen difícil. La contestación fue rápida:

- Aquellas que tienen problemas con las drogas, tener un hijo con problema mental, padecer enfermedades…
Le dije que tenía razón pero que la vida no se componía de un proceso de línea ascendente siempre uniforme, sino que existen altos y bajos que hay que intentar superar aunque en general se tienda a progresar. La persona humana tiene derecho a ser feliz, pero a veces se necesita de la ayuda de los demás. Un drogadicto necesita al resto de la sociedad y a su familia para salir de ese problema enriqueciéndose del amor y el cariño de las personas. Alguien que cuida a un deficiente mental se está enriqueciendo humanamente cada vez que tiene la oportunidad de aprender a ser feliz dando cariño a esa persona y aprendiendo un montón de ese ser humano al mismo tiempo.


La persona humana es algo grande y trascendental porque es capaz de hacer todo lo mejor para las demás personas porque necesita de ellas. Pero también es capaz de hacer lo peor, posiblemente porque no sabe en qué consiste aprender a ser feliz.
Una cosa quedó bien clara de la explicación.
La persona humana es tan perfecta que no hay ninguna cosa material en la que pueda basar su felicidad. Aprender a ser feliz es dar valor a la condición trascendental del ser humano.
POR: TEACHER BONILLA

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