Muchas veces suelo preguntar en los grupos de jóvenes cuántos tienen ya suficiente dificultad para lidiar consigo mismos o cuántos no logran ni entenderse a ellos mismos. Casi todos levantan la mano (los que no lo hacen es porque se quedaron dormidos durante mi clase). La expresión “turbulencias emocionales”(todos pasamos por ellas) quizás sea la que mejor describa algunos momentos de nuestra vida. Hasta cierto punto, esto es normal porque estamos aprendiendo a descubrir, regular y expresar nuestros sentimientos.
Es por ello que sucede en ti la típica lucha de querer hacer una cosa pero terminar haciendo otra, o bien saber que algo es bueno o malo y de igual manera decides lo contrario. Nuevamente, este conflicto es perfectamente normal y necesario para desarrollarte plenamente.
¿Cómo se ve entonces la madurez emocional? Fundamentalmente, una persona emocionalmente madura, entre otras cosas requieren por lo menos estos 5 puntos:1. Toma las decisiones que sabe son correctas independientemente del placer, malestar, conveniencia o incomodidad que te puedan producir. En otras palabras, si haces lo que sabes que es correcto aunque no tengas ganas de hacerlo, vas por buen camino.
2. Disfruta haciendo el bien y te disgusta haciendo lo contrario. Al mismo tiempo, sabes que tus sentimientos no son una guía moral segura (es decir, solo porque disfruta algo no quiere decir que sea bueno).
3. Prefieres sacrificarte hoy para disfrutar mañana, frente a disfrutar hoy para perjudicarte mañana. Esto es conocido como gratificación diferida.
4. Conoces tus sentimientos y los expresas de manera constructiva.
5. Resistes los impulsos.
A menos que domines progresivamente estas cualidades, muchas decisiones y relaciones podrían complicarse(como el noviazgo).
Dale tiempo al tiempo, y tu desarrollo y esperiencias te daran la madurez emocional.
POR: TEACHER BONILLA
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